Si uno va paseando por el campo y se cruza con una gallina que lleva una especie de abrigo, seguramente se llevará una sorpresa. Y lo hará con independencia del lugar del mundo en el que esté menos en el Reino Unido. Y es que en Inglaterra esta práctica se ha puesto de moda.

 

Los dise?adores de Omlet, una empresa ubicada en Banbury, en el distrito de Oxfordshire, han visto negocio en vestir a las gallinas para que ?stas no padezcan tanto el fr?o intenso. Los responsables de la empresa explican que tienen pedidos de todo el mundo. Sin ir m?s lejos, de Jap?n y Estados Unidos, seg?n la BBC.

Un revestimiento desarrollado por la NASA llamado Flectalon ayuda a reflejar el calor hacia el cuerpo del pollo, mientras que la coloraci?n fluorescente ayuda a mantener a las aves visibles en la oscuridad de la noche. Tambi?n han creado modelos elaborados con lana, que permite una mayor variedad de modelos y dise?os.

La compa??a, que originalmente desarrollaba gallineros, responde as? a las peticiones de muchos de sus clientes que reclamaban alg?n artilugio para calentar a sus pollos y gallinas. "Muchos de nuestros clientes las tienen en su jard?n trasero y cuidan de ellas como cualquier mascota. Y los dos ?ltimos inviernos han sido muy fr?os", explica Johannes Paul de Omlet. 

La firma ha trabajado en seis prototipos antes de decidirse por un dise?o que no ha conllevado ning?n efecto sobre las actividades normales de las aves. "El hombro debe estar expuesto, ya que si estuviera cubierto afectar?a su equilibrio", esgrimi? Lorna Gemmell de Omlet. "Tambi?n es necesario asegurarse de que quede lo suficientemente alto, para que sus pies no queden atrapados en ?l cuando caminan".

Un mill?n de hogares del Reino Unido, seg?n la Asociaci?n de Fabricantes de Alimentos para Mascotas, tienen pollos como animal dom?stico. "Est?bamos buscando algo para mantener a los pollos calientes y vimos estas chaquetas. Al principio, nos pareci? que era divertido, pero realmente les gusta. Pasaron unos minutos tratando de caminar enfundados en ellos. Hubo un momento en que iban caminando hacia atr?s, pero luego todo sali? bien", explica Sandalee Ali- Sehbai, un cliente de Omlet.

 

Fuente La Vanguardia