El pasado 19 de junio, Alemania notifica una alerta por presencia de dioxinas en huevos precedentes de una granja ecológica en la Baja Sajonia.

Los niveles de dioxinas encontrados superaban los permitidos (19.5ng/kg) y fueron hallados en un autocontrol de la propia explotación, por lo que no se había llegado a la distribución de los huevos, no existiendo peligro para la salud pública.

La granja contaba con 12.000 gallinas y ha sido puesta en cuarentena ya que desde que en enero de 2011 tuvo lugar la alerta sanitaria por dioxinas en toda la UE, Alemania tomó medidas que incluyen fuertes restricciones en las materias primas de origen animal, utilizadas en los piensos y ha aumentado las inspecciones tanto en explotaciones agrícolas como en industrias alimentarias.