La sospecha de enfermedad o padecimiento del aparato reproductor se inicia con alteraciones en la frecuencia de la puesta, en su inicio o con el cese de ésta. Un periodo de hasta dos meses sin puesta o con graves irregularidades en la frecuencia de esta podría interpretarse como un periodo de reposo en el ciclo reproductor, pero si la hembra acepta al macho con normalidad en ese tiempo deben investigarse a fondo las causas.