La Agencia Europea del Medicamento (EMA), ha realizado una categorización de los antibióticos veterinarios, en base al riesgo que su uso en animales, causa a la salud pública a través del desarrollo de resistencia a los antimicrobianos, como en base a la necesidad de usarlos en medicina veterinaria. Esta clasificación, sirve como herramienta para la preparación de pautas de tratamientos.

La clasificación comprende cuatro categorías, de A a D (evitar,restringir,precaución, prudencia):

  • Categoría A (Evitar) incluye antibióticos que actualmente no están autorizados en medicina veterinaria en la Unión Europea. Estos medicamentos no se pueden usar en animales productores de alimentos y pueden administrarse a animales de compañía individuales y solo en circunstancias excepcionales.
  • Categoría B (Restringir) se refiere a quinolonas, cefalosporinas de tercera y cuarta generación y polimixinas. Los antibióticos en esta categoría son de importancia crítica en la medicina humana y su uso en animales de be restringirse para mitigar el riesgo para la salud pública.
  • Categoría C (Precaución)  cubre los antibióticos para los cuales existen alternativas en medicina humana en la UE, pero solo algunas alternativas están disponibles en ciertas indicaciones veterinarias. Estos antibióticos solo deben usarse cuando no hay sustancias antimicrobianas en la Categoría D que sean clínicamente efectivas.
  • Categoría D (Prudencia) incluyendo antibióticos que deben usarse como tratamientos de primera línea, siempre que sea posible. Estos antibióticos se pueden usar en animales de manera prudente. Esto significa que debe evitarse el uso innecesario y los largos períodos de tratamiento, y el tratamiento grupal de be limitarse a situaciones en las que el tratamiento individual no es factible.