La EFSA ha cumplido esta semana su décimo aniversario, que coincide con el décimo aniversario de la legislación alimentaria general de la UE, y para celebrarlo organizó un conferencia de alto nivel, en colaboración con la Comisión Europea, que tuvo lugar en Parma, Italia, el 13 de noviembre de 2012, bajo el título «Preparados para los retos de mañana». 


 

¿Por qué decidió la UE crear la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria?

En los años noventa la UE se enfrentó a una serie de crisis relacionadas con los alimentos, como la EEB, la salmonela y las dioxinas, que mermaron la confianza de los consumidores en el sistema de producción y distribución de alimentos y pusieron en evidencia las carencias del sistema aplicado entonces.

La conferencia, a la que acudieron expertos internacionales del sector, tenía como finalidad conmemorar este aniversario analizando los logros alcanzados y reflexionando sobre la mejor manera de abordar los futuros retos.

¿Cuál ha sido la respuesta de la Comisión a estas crisisalimentarias?

En enero de 2000 la Comisión publicó un documento estratégico (Libro Blanco) en el que exponía un amplio arsenal de medidas para revisar la política de seguridad alimentaria en Europa. En dicho documento se destacaron dos pilares centrales para recuperar la confianza del público: el establecimiento de un marco de la UE sobre legislación alimentaria general y la creación de una Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). La legislación alimentaria de la UE fue adoptada en enero de 2002 y la EFSA empezó a funcionar en mayo del mismo año.

¿Duplica el trabajo de la EFSA las actividades de las agencias alimentarias nacionales?

En la legislación alimentaria de la UE se admite que la EFSA debe basarse en las capacidades de los Estados miembros y, para ello, debe crear redes de organizaciones activas en campos en los que se lleven a cabo misiones similares a las suyas. La EFSA tiene actualmente una red de más de mil quinientos expertos externos y más de trescientas instituciones científicas. Comparativamente, el personal propio de la EFSA, de unas cuatrocientas cincuenta personas, es relativamente reducido.

¿Qué papel desempeña la EFSA?

La EFSA está encargada de prestar asesoramiento científico independiente y apoyo técnico para la ejecución de las políticas de la UE en todos los ámbitos que tengan un impacto directo o indirecto en la seguridad de los alimentos y los piensos. Es también responsable de la comunicación sobre toda materia perteneciente a estos ámbitos y de la comunicación sobre todo riesgo relacionado con la cadena alimentaria. La EFSA tiene también el mandato de prestar asesoramiento científico sobre alimentación humana a petición de la Comisión. Emite también dictámenes científicos sobre salud y bienestar animal, fitosanidad y organismos modificados genéticamente, aunque no estén relacionados con la seguridad alimentaria. En todas sus actividades debe trabajar en estrecha cooperación con los organismos competentes de los Estados miembros que lleven a cabo tareas similares a las suyas.

¿Es la EFSA realmente independiente?

El Reglamento por el que se funda la EFSA impone estrictos requisitos en materia de independencia y conflictos de intereses, que se aplican a todas sus actividades. Para cumplir dichos requisitos, la EFSA ha establecido normas internas sobre estas cuestiones que ha reforzado progresivamente, la última vez en diciembre de 2011 con la adopción de su política sobre independencia y procesos de decisión científica. Las normas de desarrollo correspondientes, que entraron en vigor en julio de 2012, han mejorado los procedimientos existentes para controlar y gestionar los intereses declarados por todos aquellos que participan en las actividades de la EFSA, entre los que figuran expertos científicos, miembros del personal, miembros de la Junta Directiva y terceras partes, incluidos contratistas. Antes de adoptarlas, la EFSA consultó ampliamente a las partes interesadas sobre los proyectos de normas.

La EFSA invierte considerables recursos en la aplicación de su nueva política y sus nuevas normas. Ha desarrollado sus propias herramientas informáticas para gestionar más de ocho mil declaraciones de intereses, examina cada año cuarenta mil órdenes del día de reuniones e informa anualmente sobre los resultados alcanzados.

Por otro lado, la independencia de la EFSA está también garantizada por la toma de decisiones colectiva de sus comisiones técnicas científicas y la transparencia de su forma de trabajar. Ello implica la publicación de dictámenes científicos, incluidos dictámenes minoritarios, si procede, así como de órdenes del día y actas de reuniones y de declaraciones de intereses de los miembros de la Junta Directiva, del Comité Científico y de las comisiones técnicas científicas.

Es necesario también distinguir entre la existencia de un interés y de un conflicto de intereses. Las nuevas normas tienen como finalidad lograr un equilibrio entre la necesidad de disponer del asesoramiento de los mejores expertos científicos de Europa y la garantía de que estos no tengan intereses financieros o de otra índole que pudieran comprometer su imparcialidad. Las alegaciones de conflictos de intereses pueden deberse también a una incomprensión manifiesta de las normas vigentes por terceras partes. Ello puede repercutir negativamente en la EFSA y afectar a lo que es un buen sistema. No obstante, hay que reconocer que ningún sistema es infalible al 100 % y periódicamente surgirán casos de posibles conflictos de intereses. Cuando esto ocurre, es preciso evaluarlos uno por uno y adoptar las medidas adecuadas como exigen las normas de la EFSA. En casos excepcionales en que sí exista un conflicto de intereses, la EFSA dispone de un procedimiento por abuso de confianza para adoptar las medidas oportunas si un experto no ha informado de un interés.

El Tribunal de Cuentas, tras una petición del Parlamento Europeo de 2011, llevó a cabo una auditoría de la gestión de los conflictos de intereses por parte de las agencias de la UE. Aunque reconoció que la EFSA había alcanzado uno de los niveles más avanzados en el desarrollo de sus políticas y procedimientos de detección de conflictos de intereses, señaló algunas deficiencias en su informe. Dado que la confianza en el trabajo de la EFSA es de vital importancia, la Comisión y la propia EFSA las abordarán en un futuro próximo.

¿Cuáles han sido los principales logros de la EFSA en la última década?

La EFSA ha hecho una importante contribución a los avances conseguidos en cuestiones fundamentales de la seguridad alimentaria, como la reducción de la salmonela, la limitación de la exposición a plaguicidas, así como el establecimiento de niveles seguros de sus residuos, y la evaluación de los aditivos para alimentos y piensos. Su trabajo permite también que los consumidores europeos puedan confiar en que las declaraciones nutricionales o de propiedades saludables de las etiquetas de los alimentos se fundamenten en una sólida base científica. En la última década la UE ha seguido gozando del máximo nivel de seguridad alimentaria y de una contención eficaz de los incidentes relacionados con alimentos, a efectos tanto de la salud pública como del impacto económico.

Se ha reforzado la cooperación en cuestiones de seguridad alimentaria y existen redes en toda Europa que transmiten información científica y coordinan las actividades de comunicación con la rapidez necesaria ante cualquier tipo de emergencia. En 2011 la EFSA coordinó la investigación científica sobre el brote de Escherichia coli productora de toxinas Shiga (STEC) en Alemania y Francia que identificó el posible origen de la contaminación y permitió a los gestores del riesgo de la UE adoptar las medidas oportunas para proteger a los consumidores.

¿Aprueba sistemáticamente la EFSA las autorizaciones de OMG?

No, la EFSA no es responsable de las autorizaciones, que corresponden a los gestores del riesgo. Los solicitantes de autorizaciones de OMG deben presentar a la EFSA estudios especificados, realizados según los protocolos sobre estudios de la UE/OCDE y de acuerdo con un sistema de aseguramiento de la calidad determinado (buenas prácticas de laboratorio o ISO) y con las directrices de la EFSA para la determinación del riesgo de los OMG. Corresponde a la industria suministrar los datos toxicológicos y de otra índole necesarios para demostrar la seguridad de los OMG en cuestión. Respecto a todos los productos regulados, como los OMG, está admitido a escala mundial que incumbe a los solicitantes, beneficiarios directos de la comercialización de los productos, llevar a cabo los estudios necesarios en que se fundamenta la determinación del riesgo. El procedimiento de determinación del riesgo de la EFSA es exhaustivo y casi siempre se pide a los solicitantes que faciliten datos adicionales y aclaraciones antes de emitir un dictamen. En un número reducido de casos, los solicitantes han retirado las solicitudes porque la industria ha considerado que no podría generar la información que requería la EFSA.

¿A qué retos se enfrenta la EFSA?

Si bien la EFSA ha alcanzado grandes metas en sus primeros diez años de existencia, debemos prepararnos para futuros retos. No es posible prever todos los problemas que deberá afrontar la EFSA en los próximos años, pero sus vectores son cada vez más claros.

Cabe citar, entre otros, el cambio climático, el cambio demográfico en Europa y la rápida expansión del comercio mundial. La EFSA deberá abordar también retos y oportunidades de innovación que contribuyan a satisfacer algunas de esas futuras demandas y a generar otras nuevas. A tal fin, ya ha adoptado su Estrategia Científica 2012-2016, que establece su visión sobre cómo seguir contribuyendo a la seguridad alimentaria europea en los próximos años.

¿Puede la EFSA adoptar decisiones?

La legislación alimentaria de la UE separa las funciones de determinación del riesgo y de gestión del riesgo. La EFSA, como agencia independiente de la UE, es responsable de la determinación del riesgo o, dicho de otro modo, de dar asesoramiento científico, mientras que la gestión del riesgo o la toma de decisiones son responsabilidad de la Comisión Europea, del Consejo y del Parlamento Europeo. Esto significa que la EFSA no adopta decisiones de autorización de OMG, plaguicidas, aditivos alimentarios u otros productos regulados que estén relacionados con la cadena alimentaria, sino que determina los posibles riesgos para los consumidores, los animales y el medio ambiente, lo que permite a los gestores del riesgo, en este caso la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo, adoptar decisiones basadas en asesoramiento científico.

¿Cómo funciona la EFSA?

Junta Directiva: La Junta Directiva de la EFSA cuenta con quince miembros nombrados por el Consejo Europeo en consulta con el Parlamento Europeo tras una convocatoria de manifestaciones de interés. Los miembros de la Junta Directiva son independientes, no representan a los gobiernos o los intereses sectoriales y son nombrados para velar por el interés público. La Junta Directiva establece el presupuesto de la EFSA, aprueba el programa de trabajo anual y es responsable de garantizar que la EFSA funcione eficazmente y coopere adecuadamente con organizaciones asociadas en toda la UE y fuera de ella.

Director ejecutivo: El Director Ejecutivo de la EFSA es nombrado por la Junta Directiva. Cuenta con una plantilla de aproximadamente cuatrocientas cincuenta personas, es el representante legal de la EFSA responsable de todos los asuntos operativos y de personal y elabora el programa anual en consulta con la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE.

Comité Científico y comisiones técnicas científicas de la EFSA: el Comité Científico y las comisiones técnicas de la EFSA son responsables de emitir dictámenes científicos y están compuestos por científicos independientes altamente cualificados que han sido seleccionados en el marco de una convocatoria abierta de manifestaciones de interés. Actualmente existen diez comisiones técnicas científicas que se ocupan de áreas como los aditivos alimentarios, la fitosanidad, los organismos modificados genéticamente, la alimentación, los contaminantes, la salud y el bienestar de los animales, etc. El Comité Científico está compuesto por los presidentes de las comisiones técnicas científicas, además de seis científicos experimentados que no pertenecen a ninguna comisión técnica pero que han sido seleccionados en el marco de una convocatoria de manifestaciones de interés. Es responsable de la coordinación y coherencia de las cuestiones transversales en las comisiones técnicas, así como de las materias científicas de carácter horizontal. El Comité Científico ha sido responsable de dictámenes como los relacionados con las metodologías innovadoras de determinación del riesgo y de dictámenes destinados a garantizar la transparencia y mejorar la calidad de los componentes específicos de la determinación del riesgo.

Foro Consultivo: el Foro Consultivo de la EFSA garantiza la relación con las autoridades nacionales responsables de la seguridad alimentaria de los veintisiete Estados miembros de la UE, de Islandia y de Noruega; las de Suiza y los países candidatos participan en el Foro en calidad de observadores. El Foro Consultivo está compuesto de representantes de las autoridades nacionales competentes que llevan a cabo tareas similares a las de la EFSA. Desempeña un papel clave al garantizar una coordinación efectiva entre el trabajo de la EFSA y el de los Estados miembros, lo que permite hacer un uso óptimo de los recursos.