La previsión establece que producción total de trigo, cebada, maíz, centeno, avena, sorgo y mezclas de la UE, alcanzará los 274 millones de toneladas, lo que representa una recuperación respecto a los 258 millones del año anterior.
La principal causa del aumento de producción, respecto a la campaña anterior, se debe a una mayor superficie sembrada, estimada en 49.8 millones de hectáreas, debido asi mismo por la flexibilización en las normativas de rotación y diversificación de cultivos dentro de la PAC.
En cuanto a la demanda de cereal, se estima que el consumo total en la UE ascienda a 260 millones de toneladas, con un crecimiento impulsado principalmente por la demanda de piensos. El trigo, uno de los principales cultivos de la UE, verá aumentada su producción hasta los 134.9 MT. La superficie sembrada también aumenta, tras la pasada campaña, sobre todo en Francia, Alemania, Polonia y España. Las exportaciones de trigo se recuperarán hasta los 34 millones de toneladas, mientras que las importaciones disminuirán a 9.2 millones. Para el maíz, se estima un ligero descenso en la superficie cultivada a 8.2 millones de hectáreas, pero aun así la producción podría recuperarse hasta 60.7 millones de toneladas, debido a la mejora en los rendimientos en Rumanía y Bulgaria. Las importaciones de maíz experimentarán un leve incremento a 20.3 millones de toneladas, siendo Ucrania y Brasil los principales proveedores. Por otra parte, Estados Unidos ha ganado terreno como segundo exportador más importante, aunque  dudoso futuro  debido a la posible imposición de aranceles de represalia del 25% que la UE podría aplicar en julio de 2025.
El informe destaca la implementación de la EUDR, que podría favorecer el uso de cereales en piensos frente a la soja, y las medidas comerciales adoptadas frente a la guerra en Ucrania. La evolución de estas políticas, junto con las condiciones climáticas, determinarán la estabilidad del mercado durante el próximo ciclo comercial.