Este informe , destaca, entre otras cosas, que:

• Las micotoxinas están relacionadas con una variedad de efectos negativos para la salud. Pueden alterar el sistema endocrino, afectar el sistema nervioso central y actuar como carcinógenos.
• El cambio climático puede modificar la distribución de los hongos, lo que aumenta la exposición humana a algunas micotoxinas y agrava sus impactos en la salud. La principal fuente de exposición a las micotoxinas es la dieta, especialmente a través del consumo de alimentos contaminados (particularmente granos, cereales y derivados).
• Un proyecto del programa Horizon 2020 (HBM4EU) midió las concentraciones de sustancias químicas en nuestros cuerpos. Mostró que el 14% de la población adulta en Europa está expuesta a niveles de la micotoxina deoxinivalenol (DON) que podrían ser perjudiciales para la salud.
• El informe concluye destacando que un enfoque One Health es esencial para mitigar la exposición a las micotoxinas y su impacto futuro en la salud pública. Es necesario integrar soluciones en diversas áreas. Por ejemplo, la vigilancia ambiental (precipitación, horas de sol, registros de temperatura) debería complementarse con el monitoreo de alimentos y piensos.
• Otras posibles acciones para contrarrestar la contaminación por micotoxinas incluyen el desarrollo de cultivos resistentes a infecciones fúngicas, la adopción de Buenas Prácticas Agrícolas (GAPs), el uso de controles biológicos y modelos predictivos. Este tipo de esfuerzos requiere un enfoque colaborativo entre diferentes actores y políticas conjuntas.