La Comisión Europea ha propuesto propuso el pasado día 2 de octubre, aplazar por un año la aplicación de la controvertida Ley sobre Deforestación.
El Ejecutivo de la UE propuso el miércoles retrasar 12 meses el plazo para que los proveedores de aceite de palma, madera, café, carne y otras materias primas demuestren que su producción no implica la deforestación. Si no lo hacen tendrán que dejar de operar en el mercado de la UE. En nuestro caso, afectaría al mercado de la soja.
En su comunicado divulgado este miércoles, la Comisión Europea -brazo ejecutivo de la UE- propuso que la controvertida ley entre en vigor el 30 de diciembre de 2025 para las grandes empresas y en julio de 2026 para las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES). "Dado que todas las herramientas de implementación están técnicamente listas, los 12 meses adicionales pueden servir como un período de introducción gradual para garantizar una implementación adecuada y efectiva", afirmó la Comisión. Este aplazamiento deberá ahora ser aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo.
De acuerdo con la Comisión, la propuesta anunciada este miércoles "no pone en duda en modo alguno los objetivos ni el contenido de la ley", ya que "varios socios globales han expresado repetidamente su preocupación por su estado de preparación, más recientemente durante la semana de la Asamblea General de Naciones Unidas". Además, admitió, "el estado de los preparativos entre las partes interesadas en Europa también es desigual".
De acuerdo con la oenegé Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), las importaciones de la UE son responsables del 16% de la deforestación mundial. En respuesta a esos datos, el bloque adoptó la controvertida ley -conocida por sus siglas EUDR- para vetar el ingreso de productos que generen deforestación. Sin embargo, después de que Brasil presentó su pedido formal, Alemania sumó su apoyo a la idea, alegando que "las empresas necesitan tiempo para prepararse".
La postura alemana fue anunciada por el ministro de Agricultura, Cem Ozdemir, un representante del partido de los Verdes en la política germana. Apenas un día antes, el jefe del Gobierno alemán, Olaf Scholz, admitió que había sugerido a la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, postergar la implementación de la ley "hasta que se aclaren las cuestiones abiertas".
En junio de 2024, Estados Unidos también pidió a la UE postergar la implementación de la ley, que suscita igualmente preocupaciones por parte de países africanos y asiáticos. Ya en septiembre de 2023, un grupo de 17 países (11 latinoamericanos, tres asiáticos y tres africanos) advirtió a la UE sobre los efectos de la normativa.
Por su parte, grupos medioambientales europeos se oponen a que la implementación de la ley sea pospuesta. Para Julian Oram, director de política de la ONG Mighty Hearth, la iniciativa de la Comisión es una "traición a las generaciones presentes y futuras de ciudadanos de la UE". Postergar la legislación "es un acto de vandalismo contra la naturaleza que sólo servirá para impulsar una mayor destrucción industrial de los bosques tropicales", aseguró.
En tanto, Luciana Tellez Chávez, investigadora de Medio Ambiente y Derechos Humanos de Human Rights Watch (HRW), dijo que la iniciativa "contradice el compromiso de la UE en virtud de la Declaración de Glasgow de 2021 de poner fin a la pérdida de bosques".
Fuente Comisión Europea