Genetistas de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) han diseñado una variedad de maíz modificada genéticamente para desactivar la capacidad de la planta para que el hongo que se alimenta de la misma no pueda producir aflatoxina,  Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista de libre acceso Science Advances.

Los investigadores incorporaron un fragmento de ácido ribonucleico (ARN) de Aspergillus en la propia planta de maíz. La planta huésped y el hongo intercambian pequeños fragmentos de información genética durante la infección, lo que en este caso consigue silenciar o desactivar la capacidad del hongo para producir aflatoxina. Esta técnica es totalmente efectiva como se ha demostrado en los ensayos, produciendo granos de maíz totalmente libres de aflatoxina.
Este enfoque pionero podría ahorrar la pérdida de millones de toneladas de cultivos cada año debido a la contaminación con aflatoxinas, una amenaza importante para la salud y la seguridad alimentaria, especialmente en los países en desarrollo.