En noviembre de 1999 se inicia un programa de investigaciones cuyo primer ensayo finalizó en enero de 2001. Las gallinas se sacrificaron a las 85 semanas de vida, tras 62 semanas en producción. Los resultados que ahora se presentan son a la vez continuación y resumen global de los publicados anteriormente (Cepero y col., 2000b), relativos a las primeras 40 semanas de puesta.