El segundo viernes de octubre países de todo el mundo celebran desde 1996 el Día Mundial del Huevo, una iniciativa de la Comisión Internacional del Huevo (IEC, por sus siglas en inglés) que recuerda la importancia de este alimento y sus ventajas para la nutrición, la salud y la sostenibilidad económica del medio rural en todo el mundo.

El tejido productivo del huevo español lo forman 1.367 granjas registradas para producción de huevos de gallina, además de 868 centros de embalaje de huevos y 30 industrias de fabricación de ovoproductos, según los datos oficiales de los Ministerios de Agricultura y Sanidad. Son en general pequeñas y medianas empresas familiares, ubicadas en el medio rural de toda España, que contribuyen a su desarrollo económico con una actividad estable. Un sector moderno y eficiente, que ha realizado importantes inversiones en tecnología y equipamientos. Las granjas españoles están en su mayoría unidas al centro de embalaje que recoge, clasifica y envasa los huevos y los distribuye a las tiendas. Por eso el huevo llega desde la gallina al consumidor muy fresco. Una cadena de comercialización tan corta favorece la trazabilidad total, la frescura y la calidad del huevo y optimiza costes. Los profesionales del sector (empresarios, granjeros, nutricionistas, veterinarios o responsables de calidad, entre otros) aplican los requisitos del exigente Modelo Europeo de Producción de huevos y hacen de la avicultura de puesta española una de las más eficientes de la Unión Europea.