Entre las conclusiones del informe se destaca el incremento de la producción avícola, que contará con 131,6 millones de toneladas. Dicho incremento se verá favorecido por el bajo coste de producción y compra que supone la carne de aves con respecto a otras. La ganadería seguirá influenciada por las regulaciones ambientales y de seguridad alimentaria, la disponibilidad de recursos naturales y las oportunidades tecnológicas. Asimismo, la producción mundial de carne experimentará un incremento ligado fundamentalmente a la mejora de los sistemas productivos y la alimentación intensiva de los animales.