En un sistema de producción donde la prevención y la aplicación de medidas de bioseguridad son puntos primordiales, la vigilancia de la calidad del agua de bebida tiene un papel innegable. Un proyecto ganadero debe contemplar la disponibilidad de agua de calidad en cantidad suficiente para abordar con éxito el ciclo productivo. Al mismo tiempo, el análisis periódico del agua y el tratamiento de los sistemas de conducción del agua en la instalación avícola deberían ser prácticas habituales.

Resumen de la conferencia impartida en las Jornadas Profesionales 2005 de la Real Escuela de avicultura.
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