La enferemedad de Newcastle se caracteriza por manifestaciones respiratorias asociadas a síntomas nerviosos o digestivos. Su prevención se realiza mediante vacunas vivas atenuadas (cepas lentogénicas) y/o vacunas inactivadas. Las cepas lentogénicas pueden producir fuertes reacciones post-vacunales, principalmente debidas a la presencia de otros agentes patógenos. Entre ellos, tiene mucha importancia Mycoplasma sinoviae, sobre todo en Brasil.